3.7.09

· Las personas son regalos que la vida nos da. Ya vienen envueltos, algunos de manera muy bella, con un papel brillante, otros en forma menos atractiva. Algunos han sido maltratados en el "correo" y el envoltorio se ha roto un poco, otros llegan cerrados con gran rigidez. Pero el envoltorio no es el regalo, hay que darse cuenta de eso. A veces nos equivocamos y juzgamos el contenido por el estuche. A veces el regalo se abre con facilidad, otras, necesitamos que alguien nos ayude a abrirlo. Es difícil pensar que aquél que nos ha lastimado es también un regalo, pero si vemos la ofensa como una envoltura maltratada, seguramente encontraremos un lindo regalo, porque de cada suceso se extrae una enseñanza para crecer en amor y en nuestra fe. Todos podemos tener un envoltorio maltratado por el tiempo, por otras manos, por el viaje.... pero lo que llevamos dentro siempre es hermoso, porque quién lo puso ahi es nuestro deseo de vivir. Sólo tendríamos que mirar hacia adentro y estar listos para darnos cuenta.

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